Así preparamos y celebramos la fiesta
La Fiesta del Bautizo del
Niño Jesús
se celebra el día 1 de enero
de cada año.
Si bien es cierto que este
día 1 de enero es la fecha de celebración del Bautizo propiamente dicho, es el
acto principal y el que atrae a más palentinos y a los visitantes que se
acercan de otros lugares.
Vamos a describir cómo se
desarrollan de forma cronológica y organizativa, así como la participación de
las personas que acuden a ellos; haciendo especial hincapié en el día 1 de
enero.
La actividad empieza a ser más intensa a mediados de noviembre. En estas fechas comienzan las reuniones propias para organizar el Bautizo.
Cada año se gestiona la
compra de todos los productos necesarios, que serán utilizados durante el
bautizo; caramelos y confites (600 Kg.), vino para hacer la limonada (350 L.),
roscones con anises típicos de esta celebración (900 roscones); así como todos
los productos alimenticios con los que prepararán las celebraciones que se
realizarán dentro de la Cofradía.
Preparando las bolsas de caramelos para los cofrades
En estas fechas también se
nombran los cargos honoríficos de Madrina, Madrina Niña, Alcaldes y Capilleros,
los cuales representarán a la Cofradía en todos los actos del Bautizo en un
lugar preferente y en las actividades de todo el año que comienza.
Teniendo ya próxima la fecha
del Bautizo, tiene también un gran interés para todos los palentinos y para los
visitantes que en estos días acuden a nuestra ciudad, una tradición muy
nuestra, que es acercarse a la Cofradía a degustar la típica “colación del
Bautizo del Niño”.
Esta “colación”, es algo tradicional y típico de esta Fiesta, y consiste en limonada, un roscón de pan con anises y una bolsa de caramelos mezclados con el confite de anís, imprescindible en todo Bautizo que se precie.
La limonada es elaborada por nuestro veterano bodeguero, el cual siguiendo una receta de hace muchos años y que se transmite de un bodeguero a otro, logra cada año un gran éxito entre los participantes, ya que de los más de 350 litros que se elaboran en tinajas de barro muy antiguas, no queda nada en ellas al terminar la Fiesta.
Cuanto más se acerca la fecha señalada, más se acentúa el trabajo de información y promoción de la Fiesta.
Sobre mediados de diciembre, celebramos un TRIDUO en la Iglesia Parroquial de San Miguel,y como su propio nombre indica se desarrolla durante tres días.
Estos tres Oficios, son oficiados por el Abad de la Cofradía, así como por los sacerdotes de la Parroquia de San Miguel.
Otra particularidad muy bonita y curiosa de este TRIDUO, que acerca a muchas personas, es el que se realiza en el último oficio celebrado. Es la bendición del Niño Jesús, consiste en que todos los asistentes a este oficio que lo deseen, acudan con un Niño Jesús recién nacido (la típica imagen de los Belenes).
Esta bendición es muy simpática y emotiva, ya que son principalmente niños los que acuden con sus “otros Niños” a recibirla; todo ello acompañado por las dulzainas y el cántico del “EA” por todos los presentes.
A media tarde del día 31, tras engalanar al Niño (suelen encargarse de esta labor las madrinas) con sus mejores vestimentas, se traslada de su Palacio a hombros de los hermanos hasta el lugar preferente dentro del templo. Se adornan balcones de la Casa Parroquial y acarrean sacos de confites y caramelos para la “pedrea” del día siguiente.
Por fin llegó el día de la Fiesta Grande, el día esperado por todos durante un año, el día en el que deseamos se vea reflejada nuestra devoción y nuestros esfuerzos por que todo salga bien; y el día, como no, que a pesar de los rigores del duro invierno castellano, más esperanzados estamos en que amanezca, aunque frío, soleado; y con ello nos permita disfrutar de la fiesta.
Todo comienza a primera hora de la mañana.
Aunque el día anterior se realizan los preparativos más laboriosos e importantes, siempre queda algo que hacer o que organizar a última hora.
Retocar los adornos florales, colocar las sillas donde se situarán las madrinas, colocar los carteles que reservan determinados sitios, organizar a las personas que dirigirán y controlarán que todos los lugares reservados se respeten, los que acompañarán a las autoridades invitadas a sus emplazamientos dentro del templo, en fin todas esas pequeñas cosas que siempre cuando solo faltan un par de horas para que comience la Celebración causan verdaderos quebraderos de cabeza y que por muchas veces que se hayan realizado, cada año hay que recordar.
Sobre las 11,30 horas, media hora antes de que empiecen los actos, tanto la Madrina como la Madrina Niña, ataviadas con mantilla y el traje de palentina respectivamente, son citadas en la Iglesia, ya que sobre esa misma hora hace acto de presencia el Sr. Obispo de Palencia para prepararse con las vestimentas correspondientes para tan especial celebración.
También son citados a esta misma hora, los Alcaldes y Capilleros de la Cofradía, que como cada año ocupan un lugar de honor en el Altar.
En estos momentos cuando solo quedan unos minutos para comenzar la MISA SOLEMNE que abre la Fiesta del Bautizo del Niño Jesús, la afluencia de personas ya es masiva, puesto que dado el gran número de ellas que acuden a la celebración si se quiere oír la homilía sentado se tiene que madrugar, ya que la Iglesia de San Miguel se llenará y será complicado tener un buen sitio donde seguir la ceremonia.
Al mismo tiempo comienzan a llegar las autoridades locales autonómicas y provinciales, componentes de otras Cofradías palentinas, así como invitados y familiares de las Madrinas, Alcaldes y Capilleros.
A las 12,00 de la mañana puntualmente, cada 1 de enero, comienza la Eucaristía en la Iglesia de San Miguel con la que se abren los actos del día grande de la Fiesta del Bautizo del Niño Jesús.
Dentro de la Eucaristía se realiza una ofrenda floral en honor del Niño Jesús por parte de los niños y niñas asistentes, los cuales entregan al oficiante pequeños ramos de flores, que posteriormente son colocadas delante de la Imagen.
Al finalizar la celebración los asistentes, acompañados por el coro, entonan el popular villancico “EA”, mientras se realiza la adoración al Niño.
Una vez terminada la celebración religiosa, se emplaza a todos los asistentes a que acudan al “Palacio del Niño”, sede de la Cofradía, para compartir un vino español, que a esta hora de la mañana es muy bien acogido.
También se invita a todos los asistentes para que acudan a los actos que se celebrarán por la tarde, ya que será en esos momentos cuando se realizará el Bautizo del Niño.
Los actos de la tarde, comienzan con el ROSARIO Y RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS DEL BAUTISMO, que tiene lugar como hemos dicho anteriormente a las 4,45 horas en la Iglesia de San Miguel, acompañados de autoridades e invitados.
Dada la fecha del año, así como la época en la que transcurre esta Celebración, obligan a un pequeño sacrificio para estar tan temprano en la Plaza de San Miguel a la hora en la que comienza el Bautizo; pero los asistentes acuden de buena gana, porque el Niño y la Fiesta merecen el acompañamiento. Culmina así la espera de todo el año.
Este día se come un poco más deprisa, y tal vez se deje la mesa sin recoger, pero cuando llega la hora nos abrigamos, eso sí, y salimos corriendo para participar en la Fiesta.
Una vez terminado este momento religioso, comienza a desbordarse el nerviosismo, la devoción y la alegría, ya que es cuando a los acordes del “EA”, cantado por el Coro Parroquial.
Los Cofrades portan las andas con la Imagen del Niño, comenzando así la PROCESIÓN DEL BAUTIZO DEL NIÑO JESÚS.
Después de procesionar al Niño por el interior de la Iglesia de San Miguel, al fin se ve asomar por la puerta del templo la imagen, dando lugar a los aplausos de los asistentes, cantando el villancico del “EA” al son de la Banda Municipal y las dulzainas.
Son en estos
momentos iniciales del Bautizo, cuando el Sr. Obispo, las autoridades
invitadas, así como las Madrinas y los Alcaldes, aprovechan para bailar al
Niño, ya que poco después y a pesar de intentar seguir un orden para hacerlo,
la devoción de los asistentes hace casi imposible guardar ningún turno, y
portar las andas, pasa a ser una tarea aleatoria y difícil de conseguir; aunque
por parte de los cofrades que dirigen la Procesión se vayan haciendo turnos y
cambios, para que todas las personas que lo deseen puedan durante al menos unos
metros “Bailar al Niño Jesús” el día del bautizo.
Y
al fin llegó un momento muy esperado y emblemático dentro de esta Fiesta del
Bautizo del Niño.
Esta “colación”, es algo tradicional y típico de esta Fiesta, y consiste en limonada, un roscón de pan con anises y una bolsa de caramelos mezclados con el confite de anís, imprescindible en todo Bautizo que se precie.
La limonada es elaborada por nuestro veterano bodeguero, el cual siguiendo una receta de hace muchos años y que se transmite de un bodeguero a otro, logra cada año un gran éxito entre los participantes, ya que de los más de 350 litros que se elaboran en tinajas de barro muy antiguas, no queda nada en ellas al terminar la Fiesta.
Cuanto más se acerca la fecha señalada, más se acentúa el trabajo de información y promoción de la Fiesta.
Sobre mediados de diciembre, celebramos un TRIDUO en la Iglesia Parroquial de San Miguel,y como su propio nombre indica se desarrolla durante tres días.
Estos tres Oficios, son oficiados por el Abad de la Cofradía, así como por los sacerdotes de la Parroquia de San Miguel.
Otra particularidad muy bonita y curiosa de este TRIDUO, que acerca a muchas personas, es el que se realiza en el último oficio celebrado. Es la bendición del Niño Jesús, consiste en que todos los asistentes a este oficio que lo deseen, acudan con un Niño Jesús recién nacido (la típica imagen de los Belenes).
Esta bendición es muy simpática y emotiva, ya que son principalmente niños los que acuden con sus “otros Niños” a recibirla; todo ello acompañado por las dulzainas y el cántico del “EA” por todos los presentes.
A media tarde del día 31, tras engalanar al Niño (suelen encargarse de esta labor las madrinas) con sus mejores vestimentas, se traslada de su Palacio a hombros de los hermanos hasta el lugar preferente dentro del templo. Se adornan balcones de la Casa Parroquial y acarrean sacos de confites y caramelos para la “pedrea” del día siguiente.
La fiesta, el día 1 de Enero
Por fin llegó el día de la Fiesta Grande, el día esperado por todos durante un año, el día en el que deseamos se vea reflejada nuestra devoción y nuestros esfuerzos por que todo salga bien; y el día, como no, que a pesar de los rigores del duro invierno castellano, más esperanzados estamos en que amanezca, aunque frío, soleado; y con ello nos permita disfrutar de la fiesta.
Todo comienza a primera hora de la mañana.
Aunque el día anterior se realizan los preparativos más laboriosos e importantes, siempre queda algo que hacer o que organizar a última hora.
Retocar los adornos florales, colocar las sillas donde se situarán las madrinas, colocar los carteles que reservan determinados sitios, organizar a las personas que dirigirán y controlarán que todos los lugares reservados se respeten, los que acompañarán a las autoridades invitadas a sus emplazamientos dentro del templo, en fin todas esas pequeñas cosas que siempre cuando solo faltan un par de horas para que comience la Celebración causan verdaderos quebraderos de cabeza y que por muchas veces que se hayan realizado, cada año hay que recordar.
Sobre las 11,30 horas, media hora antes de que empiecen los actos, tanto la Madrina como la Madrina Niña, ataviadas con mantilla y el traje de palentina respectivamente, son citadas en la Iglesia, ya que sobre esa misma hora hace acto de presencia el Sr. Obispo de Palencia para prepararse con las vestimentas correspondientes para tan especial celebración.
También son citados a esta misma hora, los Alcaldes y Capilleros de la Cofradía, que como cada año ocupan un lugar de honor en el Altar.
En estos momentos cuando solo quedan unos minutos para comenzar la MISA SOLEMNE que abre la Fiesta del Bautizo del Niño Jesús, la afluencia de personas ya es masiva, puesto que dado el gran número de ellas que acuden a la celebración si se quiere oír la homilía sentado se tiene que madrugar, ya que la Iglesia de San Miguel se llenará y será complicado tener un buen sitio donde seguir la ceremonia.
Al mismo tiempo comienzan a llegar las autoridades locales autonómicas y provinciales, componentes de otras Cofradías palentinas, así como invitados y familiares de las Madrinas, Alcaldes y Capilleros.
A las 12,00 de la mañana puntualmente, cada 1 de enero, comienza la Eucaristía en la Iglesia de San Miguel con la que se abren los actos del día grande de la Fiesta del Bautizo del Niño Jesús.
Dentro de la Eucaristía se realiza una ofrenda floral en honor del Niño Jesús por parte de los niños y niñas asistentes, los cuales entregan al oficiante pequeños ramos de flores, que posteriormente son colocadas delante de la Imagen.
Al finalizar la celebración los asistentes, acompañados por el coro, entonan el popular villancico “EA”, mientras se realiza la adoración al Niño.
Una vez terminada la celebración religiosa, se emplaza a todos los asistentes a que acudan al “Palacio del Niño”, sede de la Cofradía, para compartir un vino español, que a esta hora de la mañana es muy bien acogido.
También se invita a todos los asistentes para que acudan a los actos que se celebrarán por la tarde, ya que será en esos momentos cuando se realizará el Bautizo del Niño.
Los actos de la tarde, comienzan con el ROSARIO Y RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS DEL BAUTISMO, que tiene lugar como hemos dicho anteriormente a las 4,45 horas en la Iglesia de San Miguel, acompañados de autoridades e invitados.
Dada la fecha del año, así como la época en la que transcurre esta Celebración, obligan a un pequeño sacrificio para estar tan temprano en la Plaza de San Miguel a la hora en la que comienza el Bautizo; pero los asistentes acuden de buena gana, porque el Niño y la Fiesta merecen el acompañamiento. Culmina así la espera de todo el año.
Este día se come un poco más deprisa, y tal vez se deje la mesa sin recoger, pero cuando llega la hora nos abrigamos, eso sí, y salimos corriendo para participar en la Fiesta.
Una vez terminado este momento religioso, comienza a desbordarse el nerviosismo, la devoción y la alegría, ya que es cuando a los acordes del “EA”, cantado por el Coro Parroquial.
Los Cofrades portan las andas con la Imagen del Niño, comenzando así la PROCESIÓN DEL BAUTIZO DEL NIÑO JESÚS.
Después de procesionar al Niño por el interior de la Iglesia de San Miguel, al fin se ve asomar por la puerta del templo la imagen, dando lugar a los aplausos de los asistentes, cantando el villancico del “EA” al son de la Banda Municipal y las dulzainas.
“LA
PEDREA” de confites y caramelos
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La
Imagen del Niño en sus andas, se sitúa frente a la puerta del templo y el Sr.
Obispo, las Madrinas, Alcaldes, las autoridades, los invitados y componentes de
la Cofradía, suben a los balcones de la Casa Parroquial para iniciar la
“pedrea” de caramelos y confites típica de los bautizos.
Una vez que han alcanzado sus
respectivos sitios en los balcones, y ante la insistencia de los asistentes
para que empiecen a tirar los caramelos y confites, comienza la “pedrea”.
En el transcurso de ella se tiran
unos 600 kg de caramelos y confites de anís, dulce típico de esta Fiesta.
Todos los participantes en esta “pedrea”, intentan hacerse con el mayor número de dulces posibles, que gracias al ímpetu y entusiasmo de los “lanzadores”, logran llegar a las partes más lejanas de la plaza.
Terminada esta “pedrea” de dulces, y muy a nuestro pesar, puede decirse que han terminado los actos del Bautismo.
Sin embargo, como último homenaje al Niño, todos los asistentes entonan nuevamente, para despedirlo, el “EA” y el himno a Palencia, a los acordes de los dulzaineros y de la Banda Municipal de Música, siendo este un momento especial, dada la gran cantidad de personas que acompañan los cánticos, lo que da lugar a una emoción, que sólo se ve reforzada por el incomparable marco de la Plaza de San Miguel, donde a modo de escenario retumban esas voces.